Organizaciones ambientalistas de Guatemala, El Salvador y Honduras, alertaron este miércoles en un pronunciamiento sobre la intención de compañías extranjeras de establecer proyectos de minería metálica en las fronteras de los tres países.
“Alertamos que la intención de desarrollar proyectos en las zonas fronterizas de El Salvador, Guatemala y Honduras, puede llevarnos a una era de conflictividad entre nuestros países”, aseguró el pronunciamiento emitido por organizaciones ambientalistas de esas naciones.
Entre quienes firman el pronunciamiento figuran las denominadas Comunidades en Resistencia Contra la Minería de Cerro Blanco de Guatemala, el Centro de Investigación sobre Inversión y Comercio (CEICOM) y cinco comunidades organizadas de El Salvador, así como el Centro Hondureño de Promoción para el Desarrollo Comunitario (CEHPRODEC).
Para las organizaciones, “los efectos de la minería metálica trascienden las fronteras artificiales que dividen el istmo” y afectan ríos y cabezas de cuenca que son compartidos por los tres países, como el río Goascorán y el Golfo de Fonseca (frontera honduro-salvadoreña) y el lago de Güija en la línea divisoria Guatemala-El Salvador.
Las organizaciones salen al paso del proyecto minero “Cerro Blanco”, que impulsa una empresa de capital canadiense entre el departamento salvadoreño de Santa Ana y el guatemalteco de Jutiapa.
En el pronunciamiento, estos grupos denunciaron “la complicidad y el espíritu entreguista” de los Congresos de la región, a excepción de Costa Rica, por estar a “favor” de las transnacionales mineras.
A los gobiernos les demandaron promover leyes y acuerdos para “prohibir la minería transfronteriza”.
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